Navegando en Jávea. Calas y acantilados al norte de Alicante
La costa norte de la provincia de Alicante es un maravilloso destino que ofrece una extraordinaria variedad orográfica, con bellas panorámicas para disfrutar navegando, rincones mágicos a los que se puede acceder si optamos por un paseo en kayak, ricos fondos marinos para practicar buceo y snorkle…
En esta ocasión os proponemos una travesía muy tranquila, un día de relax navegando por la costa de Jávea y fondeando en algunas de las calas que más nos gustan.
Partimos del Puerto deportivo de Jávea para dirigirnos hacia el Cabo de San Antonio.
Dedicamos la mañana a recorrer los acantilados del Cabo aprovechando que tenemos un día espectacular, sin una nube y con el sol brillando sobre las aguas cristalinas de la reserva marina (recordemos que al tratarse de un espacio protegido, la navegación debe ser sin motor o a baja velocidad).
En su entorno, encontramos rincones ideales para practicar snorkle y buceo en apnea. También es una zona ideal para el avistamiento de cetáceos, especialmente en esta época del año.
@ lunamarina
Continuamos nuestra travesía hasta el mediodía y llegamos hasta Cala Blanca, donde fondeamos durante una hora para aprovechar que el mar está como un plato y darnos un chapuzón. La visibilidad es magnífica, así que nos calzamos las aletas, cogemos gafas y tuba y a disfrutar del acuario que tenemos bajo el agua.
Una vez que nos hemos refrescado, podríamos continuar hacia Moraira pasando por calas con tanto encanto como la de Portixol, Cala Ambolo o Granadella, pero hoy optamos por regresar hacia el Cabo de San Antonio y hacer nuestra parada para comer en Cala Tangó.
Este rincón tan especial bajo los acantilados del Cabo de San Antonio también conocida como Playa del Pope, debe su segundo nombre a un religioso ortodoxo que vivió en Jávea entre 1989 y 1965 y que todos los días, fuese verano o invierno, iba a bañarse a esta playa.
Actualmente, la playa como tal de esta cala es casi inexistente debido al efecto de la erosión y de los temporales ocurridos en la zona, por lo que el acceso en barco es lo más acertado.
Y tras una siesta mecida por la brisa marina, vamos regresando… o quizás el espíritu #embarcate nos seduzca y decidamos prolongar esta jornada para contemplar un bonito atardecer sobre el mar?
